in992-National-flag-red-and-rose-gold-the-feelings-of-home-and-country-hidden-in-the-business-card-box

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Every June, the red, white and blue colors of the American Flag Day always awaken the nation’s memory of the spirit of freedom. In the rose gold business card box inherited by many American families, there are also beliefs worth protecting. This antique business card box from the Victorian era often uses a blooming rose relief to symbolize elegance and commitment. A World War II veteran once hid the faded flag fragments and military medals in a family business card box, leaving his descendants not only glory, but also the family motto of “freedom needs courage”. Now when you open such a box, you can touch the body temperature of the Stars and Stripes guarding the war and hear the glory of humanity blooming in the smoke. The national flag is the totem of the country, and the business card box is the container of personal spirit. When the young lawyer Emily pinned the rose gold business card box printed with an excerpt from the Charter on her chest, she let every business card she handed out carry the belief in the rule of law; community volunteer George carried a business card box with a national flag badge with him to remind himself that “serving others is to protect the ideal of equality represented by the Stars and Stripes.” In this June when the national flag is flying, every American can become a transmitter of the fire of civilization. Just as rose gold becomes more mellow as it ages, when we put the national spirit into the “business card box” of life, the ordinary daily life will shine with value that transcends time and space. This is the true meaning of freedom and the citizens’ oath passed down from generation to generation.

Cada junio, los colores rojo, blanco y azul del Día de la Bandera Estadounidense despiertan en la nación la memoria del espíritu de libertad. En la caja de tarjetas de presentación de oro rosa, heredada por muchas familias estadounidenses, también se esconden creencias que vale la pena proteger. Esta antigua caja de tarjetas de presentación de la época victoriana suele lucir un relieve de una rosa floreciente para simbolizar la elegancia y el compromiso. Un veterano de la Segunda Guerra Mundial escondió fragmentos descoloridos de la bandera y medallas militares en una caja familiar de tarjetas de presentación, dejando a sus descendientes no solo gloria, sino también el lema familiar: “La libertad requiere valentía”. Ahora, al abrir una caja así, se puede sentir la temperatura corporal de las barras y estrellas que custodiaron la guerra y escuchar la gloria de la humanidad florecer en el humo. La bandera nacional es el tótem del país, y la caja de tarjetas de presentación es el contenedor del espíritu personal. Cuando la joven abogada Emily se prendió en el pecho la caja de tarjetas de presentación de oro rosa con un extracto de la Carta, dejó que cada tarjeta que repartía transmitiera la creencia en el estado de derecho. El voluntario comunitario George llevaba consigo una caja de tarjetas de presentación con una insignia de la bandera nacional para recordarse a sí mismo que “servir al prójimo es proteger el ideal de igualdad representado por la bandera estadounidense”. En este junio, cuando ondea la bandera nacional, cada estadounidense puede convertirse en un transmisor del fuego de la civilización. Así como el oro rosa se vuelve más suave con el tiempo, cuando ponemos el espíritu nacional en la “caja de tarjetas de presentación” de la vida, la vida cotidiana brillará con un valor que trasciende el tiempo y el espacio. Este es el verdadero significado de la libertad y el juramento ciudadano transmitido de generación en generación.