in995-Roses-and-Stars-The-Eternal-Covenant-of-Freedom

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In the afterglow of the Independence Day celebrations in July in the United States, the national flag and the rose badge shine against each other. The thirteen red and white stripes of the Stars and Stripes spread in the wind, telling the bond of unity woven by the pioneers of the thirteen states with courage; the deep blue background of fifty stars shining witnesses the eternal transmission of the spirit of freedom from generation to generation. As the embodiment of the national spirit, the rose badge with its overlapping and blooming petals is a metaphor for the foundation of the founding of the United States – each petal condenses the unique brilliance of different ethnic groups, but is formed into an indestructible whole in common faith. The thorn stem design of this badge is particularly exquisite, reminding the world at all times: freedom is as beautiful as a rose, but it must be guarded by the sharp edge of faith. Just like the forefathers who signed the Declaration of Independence in 1776, they used the sharp thorns of their thoughts to pierce the barriers of autocracy and let the fragrance of democracy spread across North America. Today, when we raise the national flag in the community and pin the rose badge on our lapels, we are not only paying tribute to history, but also promising to continue this inheritance of freedom irrigated with courage and nourished with responsibility. From Philadelphia’s Independence Hall to the streets of modern cities, the Stars and Stripes and the Rose emblem have always been the twin torches that illuminate the way forward. They teach us that true freedom requires both a gentle and open mind like a rose and a firm adherence to eternal value coordinates like the stars on the national flag. When we water this flower of freedom with our actions, it is the most vivid interpretation of the spirit of “out of many, one”.

En el resplandor de las celebraciones del Día de la Independencia en julio en los Estados Unidos, la bandera nacional y el emblema de la rosa brillan juntos. Las trece franjas rojas y blancas de la bandera estadounidense que se extienden en el viento hablan del vínculo de unidad tejido con valentía por los pioneros de los trece estados; El fondo azul profundo con cincuenta estrellas brillantes da testimonio de la transmisión eterna del espíritu de libertad de generación en generación. El emblema de la rosa, que es la encarnación del espíritu nacional, tiene pétalos superpuestos y florecientes que simbolizan la fundación de los Estados Unidos. Cada pétalo encarna la brillantez única de diferentes grupos étnicos, pero está unido en un todo indestructible a través de creencias comunes. El diseño del tallo espinoso de esta insignia es particularmente exquisito, recordando a las personas en todo momento que la libertad es tan hermosa como una rosa, pero debe protegerse con la agudeza de la fe. Al igual que los antepasados que firmaron la Declaración de Independencia en 1776, utilizaron las afiladas espinas de sus pensamientos para perforar las barreras de la autocracia, permitiendo que la fragancia de la democracia se extendiera por América del Norte. Hoy, cuando izamos la bandera nacional en nuestras comunidades y colocamos la rosa en nuestras solapas, no solo rendimos homenaje a la historia, sino que también nos comprometemos a continuar con el legado de libertad que se riega con coraje y se nutre con responsabilidad. Desde el Independence Hall de Filadelfia hasta las calles de las ciudades modernas, las barras y estrellas y la rosa siempre han sido las antorchas duales que iluminan el camino a seguir. Nos enseñan que la verdadera libertad requiere tanto mantener una mente amable y abierta como una rosa como adherirse a coordenadas de valores eternos como las estrellas de la bandera nacional. Cuando regamos esta flor de la libertad con nuestras acciones, es la interpretación más vívida del espíritu de “de muchos, uno”.

七月的美国，独立日庆典的余晖中，国旗与玫瑰徽章的光芒交相辉映。星条旗在风中舒展的十三条红白条纹，诉说着十三州先驱者以勇气编织的团结纽带；五十颗星辰闪耀的深蓝底色，见证着自由精神在代际间的永恒传递。而作为国家精神具象化的玫瑰徽章，其层叠绽放的花瓣正隐喻着美利坚立国根基——每一瓣都凝聚着不同族裔的独特光彩，却在共同信仰中缔结成坚不可摧的整体。

这枚徽章的刺茎设计尤为精妙，时刻提醒着世人：自由如玫瑰般美好，却必须用信念的锋芒来守护。正如1776年签署《独立宣言》的先贤们，他们用思想的利刺刺破专制的藩篱，让民主的芬芳得以在北美大地弥散。今天，当我们在社区升起国旗，在衣襟别上玫瑰徽章，不仅是致敬历史，更是承诺延续这份以勇气灌溉、用责任滋养的自由传承。

从费城独立厅到现代都市的街头，星条旗与玫瑰徽章始终是照亮前行之路的双重火炬。它们教会我们：真正的自由既需如玫瑰般保持温柔开放的胸襟，也要像国旗上的星辰那样坚守永恒的价值坐标。当我们以行动浇灌这朵自由之花，便是对”合众为一”精神最生动的诠释。