in986-The-rose-that-can-39-t-be-crushed-the-stars-that-never-fade

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In June, the American flags flying across the United States and the blooming roses interweave into a summer scene. In the afterglow of Memorial Day, a faded but upright national flag and a glass paperweight engraved with roses tell a story about perseverance and rebirth. The meaning of the paperweight is just like a microcosm of the American spirit. It is given the mission of “suppressing chaos and protecting order”, just like those ordinary people who stand up in the turmoil of history. Clara Barton, a nurse during the Civil War, used a glass paperweight to press down the medical records of the field hospital, insisting on recording the weight of each life amid the sound of gunfire. When she later founded the Red Cross, the rose-patterned paperweight was still on her desk – the softness of the petals and the hardness of the glass are like the symbiosis of tenderness and tenacity. On today’s American flag, each star shines with this contradictory and unified power. Just as the paperweight both bears pressure and refracts light, every American can find his or her own fulcrum in adversity. Veteran Josh melted bullet shells into rose paperweights and placed them next to his children’s homework books; teacher Maria used paperweights to fix the national flag in the classroom, teaching students to understand the persistence of their ancestors from the wrinkled stripes. When the scorching sun burns the national flag and when life bends your spine, please remember the philosophy of paperweights: true strength lies not in resisting pressure, but in maintaining a clear shape under heavy burdens. Just like the Star-Spangled Banner that has experienced wind and rain and never fades, the rose that cannot be crushed will eventually bloom forever in the glass.

En junio, las banderas estadounidenses que ondean por todo Estados Unidos y las rosas florecientes se entrelazan en una escena veraniega. En el resplandor del Día de los Caídos, una bandera nacional descolorida pero erguida y un pisapapeles de cristal con rosas grabadas narran una historia de perseverancia y renacimiento. El significado del pisapapeles es como un microcosmos del espíritu estadounidense. Su misión es “reprimir el caos y proteger el orden”, al igual que la gente común que se alza en medio de la agitación de la historia. Clara Barton, enfermera durante la Guerra de Secesión, usaba un pisapapeles de cristal para presionar los historiales médicos del hospital de campaña, insistiendo en registrar el peso de cada vida entre el sonido de los disparos. Cuando posteriormente fundó la Cruz Roja, el pisapapeles con rosas aún estaba en su escritorio: la suavidad de los pétalos y la dureza del cristal son como la simbiosis de la ternura y la tenacidad. En la bandera estadounidense actual, cada estrella brilla con este poder contradictorio y unificado. Así como el pisapapeles soporta la presión y refracta la luz, cada estadounidense puede encontrar su propio punto de apoyo en la adversidad. El veterano Josh fundió casquillos de bala para hacer pisapapeles con forma de rosa y los colocó junto a los cuadernos de tareas de sus hijos; la maestra María usó pisapapeles para fijar la bandera nacional en el aula, enseñando a los estudiantes a comprender la persistencia de sus antepasados a partir de las franjas arrugadas. Cuando el sol abrasador queme la bandera nacional y cuando la vida te doblegue la columna vertebral, recuerda la filosofía de los pisapapeles: la verdadera fuerza no reside en resistir la presión, sino en mantener una forma nítida bajo cargas pesadas. Al igual que la bandera estadounidense, que ha experimentado el viento y la lluvia y nunca se marchita, la rosa que no se puede aplastar florecerá para siempre en el cristal.